Larry Fink, el cerebro detrás de BlackRock, ha soltado una predicción que tiene a todo el mundo de las criptomonedas frotándose las manos de emoción o levantando las cejas en escepticismo. Según Fink, Bitcoin no solo va a la luna, sino que podrÃa ser tan grande como todo el mercado inmobiliario de los Estados Unidos, que se estima en unos vertiginosos 50 trillones de dólares.
Ahora, si haces las cuentas, y aquà viene la parte que hace que las calculadoras echen humo, cada Bitcoin podrÃa valer más de 2 millones de dólares. ¡Eso sà que es un billete de loterÃa digital!
Fink, quien alguna vez miró a Bitcoin con la misma desconfianza con la que uno mira a una ensalada en una barbacoa, ahora lo ve como una clase de activo por derecho propio. Y aquà está lo más picante: dice que este gigante digital se mantiene en pie, sin importar quién esté sentado en La Casa Blanca. Es como decir que Bitcoin es el honey badger del mundo financiero; realmente no le importa el ruido de fondo de la polÃtica estadounidense.
Esta declaración es más que un simple respaldo; es como si Fink hubiera decidido ser el DJ en la fiesta de Bitcoin, poniendo la pista «Eye of the Tiger» para que todos bailen. Su cambio de corazón no es solo una opinión; es una señal para los inversores de que el mundo financiero podrÃa estar a punto de vestirse de gala para la era digital.
Pero, ¿es esto realista o solo es otro caso de entusiasmo criptográfico desbordante?Bueno, si Bitcoin alcanza ese valor, estamos hablando de que cada cartera digital tendrÃa el potencial de ser una fortuna familiar. Sin embargo, alcanzar el valor del mercado inmobiliario de EE.UU. implicarÃa una adopción y una regulación que actualmente están en el terreno de lo «ojalá y se pueda».
Asà que, mientras algunos ya están planeando qué color de Lamborghini comprarán, otros recomiendan mantener los pies en la tierra, o al menos, no vender la casa para comprar Bitcoin todavÃa. La visión de Fink es audaz, llena de ese optimismo que solo un mercado en alza puede inspirar, pero como con todo en el criptoespacio, solo el tiempo dirá si esta predicción se convierte en la nueva realidad o en una nota al pie en la historia de las grandes expectativas.






